¿Qué es la economía circular?

 

De forma cada vez más evidente, la naturaleza muestra los efectos negativos de la actividad industrial en el  medio ambiente. Esta es una señal de alarma desde hace varios años, mismos en los que las industrias se han dado a la tarea de atender el tema, diseñando estrategias que parten desde nuevos modelos de producción y de consumo que fomentan su crecimiento comercial sostenible en el tiempo. 

Los modelos de economía circular tienen como meta promover la optimización de los recursos, reducir el consumo de materias primas y aprovechar de mejor manera los residuos de la producción, ya sea mediante el reciclaje dándoles una nueva vida en forma de nuevos productos o utilizándolos con nuevos propósitos.

 

El objetivo final es aprovechar al máximo los recursos materiales y naturales de los que la empresa dispone y necesita, alargando el ciclo de vida de los productos y servicios que comercializa.

 

Si bien, la necesidad de mejorar el uso de los recursos naturales viene directamente de los efectos negativos causados a la naturaleza, la idea de cómo mitigar estos efectos viene del mismo lugar. En la naturaleza todo tiene un valor y todo se aprovecha; los residuos se convierten en un nuevo recurso, así, naturalmente se logra mantener el equilibrio entre el proceso y la sostenibilidad. La economía circular tiene como núcleo este mismo principio. 

 

Los modelos de producción tradicionales, denominados economías lineales, funcionan en un solo sentido: extracción, producción, consumo y desecho. Debido al aumento de la población y el ritmo de vida que las comunidades mantienen, el consumo también está en aumento y por consecuencia los deshechos de estos productos. 

 

Estos modelos son rápidos para satisfacer las necesidades de las personas en una sociedad pero son prácticamente insostenibles para el planeta.

 

La economía circular es un paso obligatorio para perpetuar los negocios sin comprometer a la naturaleza, manteniendo las materias primas por más tiempo dentro de los ciclos productivos de forma que puedan aprovecharse de manera recurrente, reduciendo al mínimo posible los residuos.

 

La esencia de la sostenibilidad está en que los recursos se usen y mantengan en mayor medida dentro de los ciclos de producción, promoviendo que los desechos generados sirvan de materia prima para otros procesos.

 

El principal inconveniente para la implementación de los modelos de economía circular radica en la transición indispensable para su adopción. Las organizaciones están desarrolladas para operar, en la mayoría de los casos, con base en los modelos tradicionales, pero los cambios hacia la sostenibilidad son inmensamente más convenientes que conservar un modelo lineal.

 

La economía circular protege al medio ambiente reduciendo los desechos y el uso de recursos naturales, beneficia a las economías locales fomentando la integración de nuevos actores a los ciclos de producción, nuevos puestos de empleabilidad nuevos, y a gran escala, el uso óptimo de los recursos en las naciones fomenta la independencia a la importación de recursos con los que no se cuenta.

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